jueves, 22 de mayo de 2014

05. Madrid, hospital La Paz

Mientras espero a la consulta del traumatólogo reflexiono, pienso, evalúo mi pequeña aventura, mi cambio, el nuevo rumbo a m vida.
10 julio
Otra vez, en la consulta. En la misma. Aún tengo vivo el recuerdo de los pacientes que vi hace dos meses. Que frescos y dolorosos recuerdos. Aquél inválido con clavos que salían de agua huesos. Lo mío es juego de niños. Pero es lo mío.
No entiendo porqué nuestros problemas los magnificamos tanto. Y los de los demás nos parecen tan triviales. Cuando evidentemente son mayores.
Lo mismo me pasa en otros ámbitos. Veo mi divorcio tan grande, tan sangriento y cruel. He cometido tantos errores. Y aún así no reacciono, me dejo seguir pisando por ella. Ahora me va a denunciar!
No me basta haber saqueado mis ahorros, haberme robado en mi casa, haberme echado de ella. No haber pagado sus facturas. No. Ahora me demanda porque de sus pensiones descuento los gastos, sus gastos.
Cierto, Inés dice que no vale llorar, no patalear, si no salgo de mi y voy a denunciar sus malos tratos, la alienación que hace de los peques había ella. De todas las estrategias que utiliza para destruirme. Y yo solo quise apartarme de ella. Yo era un estorbo, era su estorbo. Y me echó el su vida. De su casa. Me cambió por si madre, por si familia. Cuando ya no me pudo usar más, me tiró. Lo hizo bien. Pero ella fue quien lo planeó todo.